En la vida, hay personas que nos inspiran y enriquecen en la búsqueda del sentido de nuestro trabajo. A veces también calibran nuestra brújula con su experiencia para tomar las «mejores rutas» y de alguna manera nos ayudan a ser mejores.
Tengo 31 años vividos al día de hoy y he tenido la fortuna de conocer a varias personas de las anteriores, una de ellas es el Ing. Carlos Durán.
Conocí al Ing. Carlos Durán durante la universidad, el fue mi maestro y me impartió materias como «sistemas expertos», «dirección y liderazgo» y otras sobre servidores Windows. Sus clases siempre fueron interesantes y en cada materia denotaba la experiencia sobre cada tema, era el clase de profesor que denota una impecable presentación personal y que demanda respeto solo con verlo.
Aunque tal vez el no lo recuerde, la primera vez que obtuve un gesto de buena voluntad de su parte fue durante una clase, me dolía mucho la cabeza y el se dio cuenta por lo que me ofreció una pastilla la cual tomé. Nunca podría haber imaginado que ese sería el primero de muchos gestos que tendría para conmigo.
Yo he trabajado desde los 17 años y durante la universidad tuve que hacer un mayor esfuerzo para poder pagar las colegiaturas, durante el último año tuve la bendición de poder hacer mi estadía en Santiago de Chile; sin embargo al regresar ya no contaba con trabajo, sumado a otros problemas personales hicieron de mi vida una época muy difícil y complicada.
Fue entonces que el Ing. Carlos me otorgó una propuesta que cambiaría mi vida: Trabajar para su empresa, Grupo Icarus.
Entré a trabajar a Grupo Icarus un Enero de 2008 como programador, mi cubículo era de 1.50 x 1.50 aproximadamente, tenía un ventilador no Aire acondicionado y por supuesto yo tenia cabello. No podía defraudar a quien me tendió la mano y hasta el día de hoy siempre he dado el 120%, lo cual fue reflejado en mis ascensos y en un reconocimiento como empleado del año.
Fui Programador, Jefe de desarrollo, Gerente de sistemas y al día de hoy soy Director de Proyectos y socio de la empresa. El Ing. Carlos me ha entregado su confianza y la de los clientes, ha creído en mis decisiones y me ha dado la oportunidad de crecer profesionalmente.
Hoy por hoy, tengo a mi responsabilidad una granja de servidores de algunas de las secretarías y empresas más importantes del estado, la división de marketing de la empresa, así como la división de seguridad informática; Grupo Icarus ha crecido y yo he crecido junto con el.
Durante estos 10 años he aprendido mucho del Ing. Carlos y para mi ha sido un ejemplo a seguir, profesional y personalmente. Practica deporte, música, es emprendedor, cree en su empresa como proyecto de vida y también cree en la importancia de la familia como pilar de la sociedad. Detrás de un buen hombre, siempre hay una gran mujer y junto ha el, su esposa la Lic. Adriana Siqueiros también es digna de admiración.
Nuestros proyectos sociales, impulsados por ambos, han sido ejemplo de la importancia de inculcar valores para tener una mejor sociedad.
Gracias al Ing. Carlos obtuve mi primer automóvil pues confió en mi para ser mi Aval, cuando ninguna entidad crediticia lo hacia, él me ha apoyado personalmente cuando he tenido dificultades y me ha asesorado cuando he tenido que tomar decisiones difíciles.
El Ing. Carlos también ha invertido en mi formación a través de Grupo Icarus, otorgándome las herramientas y cursos que he necesitado, lo cuál agradezco.
El Ing. Carlos y la Lic. Adriana fueron unos de nuestros padrinos de boda para Aline y para mi, y los anillos que llevamos con nosotros, es firme y grato recuerdo de ello. Tanto el ingeniero como su esposa, siempre han sido muy respetuosos para con nosotros y son una pareja bella.
El me ha dado el permiso de referirme a el en primera persona: «Carlos», pero el respeto que le tengo me impide hacerlo, simplemente es algo que no puedo evitar. Hay muchas cosas en las cuales el Ing. Carlos me ha apoyado, pero si las nombrara todas simplemente no acabaría este post.
No siempre hemos estado de acuerdo en los «cómos», pero el objetivo siempre ha sido el mismo, salir avante. Incluso cuando yo he cometido errores, ha sabido instruirme de la mejor manera.
Agradezco a Dios por las personas que ha puesto en mi camino, sean para bien o para mal, pues todo es un aprendizaje; pero definitivamente el Ing. Carlos ha estado para bien.
¿Por qué hice este post?
La vida es corta y efímera, hoy estamos mañana quien sabe y no hay tiempo para dejar palabras importantes sin decir.
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Estupendo!